lunes, 10 de septiembre de 2012

UNA EXTRAÑA VISITA

Llegamos a casa y Leo comenzó a ordenar su ropa nuevamente, yo me recosté sobre la tibia cama de su habitación, mientras el acomodaba un par de camisas en el armario feo y viejo que mi mamá le había prestado, mire por la ventana y vi que el cielo había comenzado a obscurecerse, me quede largo rato mirándolo asta que me quede dormida. al instante desperté, la habitación se encontraba sola, no había nadie en ella, la ropa de Leo se encontraba fuera regada por doquier, me levante de la cama y camine sigilosamente hacia hacia las escaleras, pero una marca echa con sangre llamo mi atención, era un circulo con una estrella de cinco picos dentro de el,yo había vista antes esa marca, en un libro que mi abuela me había enseñado, a los cinco años, podía ser extraño o casi imposible que una persona recordase cosas de cuando solo tenia cinco años, pero para una bruja era muy sencillo y común, tanto también para los magos y hechiceros, esa  marca la dejaban los cazadores de brujas (vampiros) después de una ejecución, era una advertencia, para que los demás hechiceros, magos y brujas supieran que ellos estaban cerca y que a cualquiera podía llegarle el momento. Un escalofrió recorrió mi cuerpo instantáneamente, corrí a la habitación de mi madre y la encontré aun lado de la cama con la varita en la mano y la mirada fija, su cuerpo estaba  inerte  y lo único que puede hacer en aquel instante fue llorar y  acercarme  a ella para cerrarle los ojos con la helada palma de mi mano mientras tomaba su varita y besaba su frente sollozando. Camine de nuevo hacia las escaleras y mire a Leo luchando cuerpo a cuerpo con un vampiro que se empeñaba en atacar su garganta, baje las escaleras lo mas rápido posible para poder ayudarlo pero un nuevo cuerpo en la sala llamo mi atención, me acerque para mirarlo y al instante me congele, era yo ahí inmóvil con la mirada fija al igual que mi madre, era yo ahí en el suelo muerta, con la garganta totalmente desgarrada y la varita aun lado de mi mano, mire a Leo peleando mientras otro de los vampiros llegaba y lo tomaba de la espalda para que en un instante ambos vampiros, succionaran sus poderes y bebieran sus sangre, trate de luchar contra ellos pero no podía mis hechizos eran inútiles, yo estaba muerta, no podía ayudarlo ni siquiera podía tocarlos, era una pesadilla, de pronto dejaron el cuerpo de Leo en es suelo y su mirada se topo con la mía.

-¡No!- grite y al instante desperté. Había sido una pesadilla, una horrible pesadilla.

Mi cuerpo estaba bañado en frió sudor, en la recamara no había nadie, pero a diferencia de aquel horrible sueño, la ropa de Leo estaba en su lugar y como de costumbre en el todo estaba en orden e impecable. Me levante lentamente  y saque la varita del buro color caoba de Leo, camine hacia la puerta de la habitación y Leo apareció de repente,  yo tome posición de defensa y  el   se agacho rápidamente para no ser atacado por un hechizo que mentalmente había lanzado con su propia varita.

-¿Que te pasa?-pregunto mientras yo baja la guardia.

-Lo lamento- dije mientras me tocaba la cabeza.-Tuve un mal sueño.

-¿Vampiros?-pregunto intrigado.

-Si-respondi mientras volvia a la cama.

-Te dije que esa relacion te traeria problemas-dijo mientras se sentaba a mi lado.

-Se que no es por eso-susurre mientras recostaba mi cabeza en su perfecto hombro.-Ay algo mas y creo que pronto lo sabremos.

-No me asustes-dijo mirandome fijamente.- Las cosas se complicarian con un vampiro mas aqui.

-Lo se es por eso que no me gusta para nada el sueño tan horrible que tuve- depronto se escuho que alguien abrio la puerta de la entrada y Leo y yo bajamos rapidamente, por fortuna era mi madre quien al vernos asustados comenzo a hacer extrañas preguntas, a las cuales mentimos para no alterarla y que no sospechara de mi relacion con Alex.

Los tres, Leo, mi mamá y yo nos sentamos a cenar mietras ella nos contaba su agortado dia en el hospital, Leo contaba tambien que habia ido a visitar nuestro lugar favorito del bosque, mentia por que de no haber llegado yo el se hubiera ido y entonces no se que la habria dicho yo a mi madre para justificar la ausecia de Leo.

Poco despues me retire a mi habitacion un poco aturdida por la manera en la que habia dejado a Alex, depronto me quede dormida, senti un frio helado recorreer mi mejilla y poco despues abri los ojos.Ahi estaba el, sentado a mi lado mirandome, con aquella mirada tibia y calida, y yo sentia tranmitida esa sensacion, sus ojos gritaban su amor hacia a mi.

-¿Ya estas mejor?-pregunto Alex.

-Si-respondi al intante.-¿Que haces aqui?

-No podia estar en paz-dijo mientras rosada mi mejilla con su helada mano.-Necesitaba ver aun ese brillo en tus ojos, ese brillo que siento mio.

-Nada va a cambiar , yo te amo a ti, Leo es  mi hermano y sin el me siento imcompleta-dije mientras tomaba su mano.

-Para el eres mas que eso-susurro.-Lo se por la forma en que te mira.

-Mis ojos solo te pueden ver a ti, habeses siento que esto no es real y me da miedo que un dia desaparescas.

-Nunca voy a morir lo olvidas.

-Pero, puedes desaparecer de un momento a otro de mi vida si quieres o si nos separan.

-No quiero, y no voy a permitir que nos separen.

-Lamento haberte dejado solo hace un rato.

-No importa ya estas aqui conmigo.

Alex me estrecho entre sus brazos y yo me llene de ese frio calido de su cuerpo, me recoste un poco y el se quedo sentado slo acariciando mi cabeza mientras yo me dormia, pero, no podia evitarlo el estaba ahi y yo no podia hacer otra cosa que disfrutar de ese tiempo juntos. Despues de todo algo me decia que las cosas no estarian bien, talves era por esa razon que queria pasar esa noche en vela alado de mi amor.









No hay comentarios:

Publicar un comentario