jueves, 13 de septiembre de 2012

UN PAR DE HUESOS ROTOS

 Alex lloraba, no sabia por que, pero lloraba, era algo que nunca pensé ver en un vampiro, era algo casi imposible según las historias de los grandes brujos, me quede mirando aquella lágrima que recorrió su fría mejilla y en un instante cayó sobre mi labio superior, saboree aquella lágrima y tenia un sabor dulce, casi como el sabor de la miel. El no se había dado cuenta de mi mirada, el tenia la mirada clavada en el camino de regreso a casa, pero las lágrimas sequían cayendo, de pronto me miro y yo al instante cerré los ojos para que nos se diera cuenta de que lo estaba mirando y en aquel instante sentí sus helados labios besar mi frente y una lagrima mas caer sobre mi mejilla.

-No podria haber soportado tu muerte-susurro y de nuevo senti sus frios labios pero ahora en mis labios. Aquel beso fue tan tierno, pero guaradaba algo oculto, algo que senti no era bueno, mientras me llevaba a casa a paso lento para no lastimarme, me quede dormida.

Desperte, Leo se encontrabaa mi lado durmiendo, yo estaba en la cama, mire a mi alrededor buscando a Alex, pero no lo vi, era de noche,  el frio entraba por la ventana de mi habitacion, aquel papel  aun se encontraba en el piso, habia sido arrugado, estaba  confundida, creia que todo habi sido una terrible pesadilla, pero el cuepo aun me dolia y me dolia mucho, micorazon lo sentria un poco debilitado, sin embargo mi ansiedad por ver a Alex aumentaba, deseaba con todas mi fuerzas que el apareciera delante de mi, queria mirarlo solo un segundo sentia que mi mundo seextiguiria si no loveia.

-Any haz despertado-dijo Leo con cierta felicidad en su voz.

-¿Que paso?-pregunte.-¿Donde esta Alex?

-El no esta, estuvo aquei y se fue mientras dormias- respondio con frialdad.

-¿Por que lo hiciste?-pregunte mirandolo.

-¿Hacer que?-respondio evitando mi mirada.

-¿Por que hiciste ese hechizo?

-No queria que murieras, no podria seguir viviendo sin poder siquieera mirarte, no podria.

-Gracias, pero, tengo miedo de que te suceda algo por mi torpeza-dije llorando.-Crei que la nota era de Alex, te lo juro, juamas pense que fuese una trampa.

-No me pasara nada-susurro y en aquel instante me abrazo, era un abrazo calido y delicado devido a las costillas que tenia rotas.-Tuve miedo de perderte, cuando te vi inconsiente.

-Gracias-volvi a decir y en aquel instante Leo me robo un tibio u fugas beso.

-No. dije haciendo un esfuerzo por alejarlo de mi.-No puedo Leo yo lo amo.

-Lo se, solo queria saber que se siente darle un beso a la persona que mas amas en el mundo- dijo mientras se levantama y salia de la habitacion con lagrimas en los ojos.

Me sentia mal por el, por que el me habia salvado la vida, pero yo no podia acceder a traicionar lo que yo sentia por Alex, no podia ni siquiera pensar en una vida que no fuese a su lado, una vida, ironico pensamiento, pero tenia la ilusion, por que sabia que tarde o temprano yo envejeceria y el se marcharia al mirarme anciana y con la juventud en el recuerdo, seguramente aun que me amara tanto le resultaria repuganante besar a una ansiana. Me levatnte de la cama y camine un par de pasos para llgar ala ventana de mi habitacion, mire y el cielo lusia despejado las estrellas de nuevo podian mirarse, depronto vi a alguien oculto entre las ramas de uno de los arboles que rodeaban mi casa, aquella sombra se aserco con tal rapidez que el viento producido hizo que casi no pudiese respirar, cerere los ojos y me hise aun lado, al instante senti una mano helada rozar mi mejilla.

-Alex-susurre.

-Estoy aqui-dijo aquella voz calida que me volvia loca.

-¿Por que te fuiste?- pregunte aun con los ojos cerrados y rosado con mis tibias manos sus frio rostro.

-No quise irme- susurro.-Pero, me partia el alma verte asi, ironico es decir que aun tengo alma.

-Tu alma es noble, eres bueno, yo se que aun posees tu alma lo veo en tus ojos-dije mientras mis manos rosaban sus ojos color mar.

-Un vampro no tiene alma-dijo alejando se un poco de mi.- Se alimenta de el alma de las personas, sean buenas o malas.

-Lo se por que he visto tus lagrimas, los sentimientos que sientes hacia mi son puros- dije asercandome lentamente a el.

-No, no es por qu tenga alma, es solo que un vampiro solo llora cuando ama de verdad y siente que vivira toda la eternidad si el calor del amor de la persona a la que se ama- dijo mientras acariciaba mi rostro.- Tuve miedo, miedo por ti, miedo de que murieras, miedo de pasar una eternidadsin poder verte de nuevo, preferiria mil veces verte feliz y viva con alguien mas, que muerta, no lo soportaria, no podria siquiera encontar una razon para seguir en este mundo, ha sido todo culpa mia, no debi dejarte sola por la mañana, yo debi quedarme asta verte despertar, lo que mas rabia me da es que no pude siquiera intentar salvarte la vida, senti tanata impotencia por no poder hacer nada por ti, me quede helado, con el miedo de perderte, no pude hacer nada, perdoname.

-No digas eso tu amor es lo que me dio fuerzas para luchar contra el dolor que sentia en aquel momento, es tu amor lo que me dio fuerzas para no morir en manos de...Albert-susurre mientras me asercaba a el y rosaba sus frios labios con los mios. -Te amo, muchos mas de lo que te imaginas, muchos mas de lo que yo misma pude imaginarme.

En aquel instante la luz de la luna pentro en mi habitacion, apague la luz y deje que mi bella consejera, la luna, fuese testigo del amor que nos teniamos Alex y yo, pues era ella la culpable de que mi corazon se sintiera flotar en una nube de algodon de azucar, era la culpable de que apartir de conocerlo existiera en mi mente solo su nombre, era ella quien habia decidido que Alex era y seria por siempre  mi mas grande amor que el seria sin duda alguna el tesoro mas presiado que una bruja pudiese tener el don de poder amar de verdad, de poder dejarlo todo solo por el. Paso un buen rato mientras estabamos de pie frente a mi ventana y el seguia abrazandome con tanta delicadeza, yo me acorrucaba en su perfecto pecho, mientras el besaba mi tibia frente, no queria que aquello terminara, tenia miedo, lo sucedido en el bosque apenas era una minima probadita de  lo que podria pasar, tenia miedo de perderlo, mi miedo era por una intuicion generada en mi interior, llamemoslo, intuicion de bruja y esa nunca fallaba, me abraze aun mas a el, tanto que emiti un gemido de dolor, el volvio abesar mi fente, y derramo un par de lagrimas, aquello aumento mis miedos aun mas, el tenia miedo de perderme, aquello no era normal, aquello hacia que en mi mente se generaran un mar de preguntas, como la que me surgio desde el momento de la aparicion de Albert ¿Como sabia el de mi relacion con Alex?

Los miedos mios y los miedos de el eran similares en nuestro interior sabiamos que poco duraria la paz para nosotros, sabiamos que lo peor apenas estaba por venir.



lunes, 10 de septiembre de 2012

UNA EXTRAÑA VISITA II

Desperté y mire a mi alrededor, el se había ido, "tal vez venga por mi", pensé, e hice aun lado la cobija para salir de la cama, en aquel movimiento rápido un papel salio volando de la cobija, " te veo en el bosque, hoy solo seremos tu y yo" , sentí una emoción inmensa sabia que el ya debía estar ahí, tenia que apresurarme, no podía llegar tarde, de ser así, perdería tiempo, tiempo que necesitaba a su lado. Me di una ducha de casi cinco minutos deseaba tanto estar a su lado que de pronto me di cuenta de que ya me encontraba totalmente arreglada, tome un abrigo cálido y salí corriendo de la habitación, mire la habitación de Leo discretamente y mire que estaba aun dormido, mira la habitación de mi madre y me asegure de que se hubiera ido al trabajo, "perfecto", pensé, baje con percusión las escaleras, abrí la puerta y salí sigilosamente de casa, al sentirme libre de mis propios miedos corrí y corrí lo mas rápido que podía al bosque.

Al llegar a las orillas del bosque mire que había un hermoso camino de pétalos de rosas rojas que contrastaban, con el color de la nieve. Sentí una emisión impresionante, solo quería llegar al final del camino y poder estar a su lado, pero extrañamente el camino aun seguía marcado y yo se guia sin encontar el fin de tal camino.

-¿Alex, donde estas?- dije un poco asustada.

-Sigue caminando amor-contesto y yo obedecí inmediata mente. Comencé a correr como si una extraña fuerza me lo ordenara y entonces me detuve.

-¿Alex?- volví repreguntar ahora mas asustada.-Esto ya comienzo a asustarme.

-¿Estas asustada?- pregunto de nuevo y fue entonces cuando el tono de la voz cambio y detrás de una árbol salio un chico de apariencia joven, de ojos completa mente obscuros plenamente hermoso, con el cabello corto y peinado muy a la moda. Era hermoso sin duda hermoso.

-¿Quien eres?- pregunte, aunque para el momento de mi fin ya sabia que el era un vampiro.

-Siempre las mismas preguntas con la respuesta en sus mentes-respondió con una mirada de odio.-Sabes que soy, yo se que asquerosa criatura eres, aun que debo admitir que muy hermosa, me llamo Albert, soy un viejo amigo de tu traidor novio, tal vez debería divertirme contigo antes de aniquilarte, ya que eres la única razón por la que el se negaría a servir a los Rullon.

-Aun que me aniquilaras aquí mismo estoy segura de que Alex no se volvería un aliado mas de ustedes- dije mientras buscaba mi varita detrás de mi, la había olvidado, al parecer estaba acabada.

-Tienes razón, pero, aun así no pierdo nada con intentarlo- dijo mientras se acercaba velozmente.

-¡Eris!- grite y al instante el se detuvo en seco.Sabia que aquel hechizo duraría poco así que corrí, corrí asta que las piernas se me caían en pedazon y entonces apareció frente a mi.

-¿Es todo lo que una asquerosa bruja puede hacer?- pregunto con ironía.

-¡Arceo!-volví a gritar y entonces el fue arrogado a miles de metros de mi y yo en un intento por salvar mi vida seguí corriendo aun que algo en mi sabia que era inutil, no sabia que hacer asta que recordé que
Andru escuchaba pensamientos ajenos en la mente de los demás. ¿Acaso escucharía mi petición de ayuda estando tan lejos? no tenia otra opción debía intentarlo, no tenia las suficiente fuerza sin mi varita para derrotar a un vampiro, "Andru ayudame me esta siguiendo no puedo mas", pensé. En aquel momento cuando caí fue lo ultimo que deseaba, que mi mensaje llegara a Andru, entonces volví a ver a Albert, cerca de mi, yo había caído.

-¡Alto!- susurro.-Ahora me toca jugar a mi y con la ventaja de que eres una bruja sin armas para defenderte me divertiré mucho hoy, "dolor".

Al finalisar esta ultima palabra una inmenso dolor comienzo a invadir mi cuerpo, me dolía cada centímetro de cuerpo, ardía, quemaba por dentro, sentía cada hueso de mi cuerpo casi apunto de estallar, grite, grite de dolor como jamas pensé haberlo hecho, estaba sola, el no estaba, Alex no estaba, Leo tampoco.

-¿Es todo lo que un asqueroso chupa sangre de Rullon puede hacer?-dije llorando.

-Así que eres muy fuerte, pero bueno tus deseos son ordenes, "agonía"- dijo y al instante sentí como cada célula de mi cuerpo era cruelmente aniquilada, ya no tenia fuerzas, pero no podía dejar que me escuchara implorar muerte.- Suplica tu muerte.

-Nunca- dije casi en un limitado susurro.

-Así que esta es la forma en la que se acaba con la basura- dijo con sarcasmo y en aquel instante el dolor desapareció, estaba muriendo.-No eres tan fuerte después de todo.

El se aserco a mi sigilosamente, sabia que era mi fin, tendría el mismo final que mi amada abuela, moriría a manos de una vampiro, moriría sin volver a ver a Alex, aquel chico se aserco mas y cuando levanto mi cabeza para descubrí mi garganta un remolino de nieve impidió aquel acto.

-Maldito cobarde dejala-grito una voz que me pareció familiar, era Andru.

-¡Cidi!-grito otra voz era Leo.

-¡Anhie! ¡No por favor ! ¡abre los ojos! ¡No!-dijo una voz calida, la voz de Alex de mi Alex.-Despierta.

-No pensé encontarte aquí Andru, tranquilo solo me divertia-dijo Albert retrosediendo y con intensiones de escapar.

-Hiciste una mala eleccion para tu diversion-respondió Andru.

-Dejamelo ami-dijo Leo apuntanto su varita contra Albert.-¡Caesum!

-Adios Albert- dijo Andru mientras Albert agonizaba por el hechizo de Leo, Andru  lo miro y sin decir nada Albert solo solto un grito agudo de dolor y se extinguio dejando un fetido olor a muerte.

-¡Por favor Any! despierta por favor- susurraba Alex con un dolor inmenso reflejado en su voz.-Te amo.

- Esta muriendo Alex es casi imposible salvarla los poderes de Albert eran muy fuertes-dijo Andru tratando de que Alex aceptara que yo talvez podia morir.

-Solo hay una manera de poder salvarla- susurro Leo, yo en mi inconsiente sabia que era lo que el hiba a hacer y si estuviera lo suficientemente consiente no lo hubiera permitido.

-¿Que haras?- pregunto Alex.-Salvarle la vida a la mujer que amo, a mi amiga, a mi hermana y compañera de infancia, no permitire que muera, yo la amo, "auxilia atum".

Al decier estas palabras del pecho de Leo salio un resplandor de luz, era parte de su energia y su magia interior, era la mitad de su vida potencial, era la mitad de su vida y me la habia dado ami quedando el debil y suceptible a algun ataque vampirico, para ser mas clara, era el acto de amor mas grande que un mago o hechizero hacia, seder la mitad de su vida aun ser amado. Aquella luz penetro en mi pecho dandome un nuevo suspiro haciendo latir mi corazon un poco mas rapido, pero, con un par de fracturas. Leo cayo al instante y se levanto para fingir que aun se encontraba bien.

-Llevala a casa- susurro Leo dirigiéndose a Alex.

-¿Necesitas ayuda?-pregunto Andru con un poco de preocupación

-No- respondió Leo levantandose y caminando un poco lento.

Alex me llevaba en sus brazos y entonces abrí los ojos, lo mire un instante e impresionada mire como de sus ojos caían un par de lágrimas, siempre supe que los vampiros no lloraban, que eran seres sin la capacidad de llorar, eso siempre me había dicho mi abuela, pero estaba equivocada, Alex lloraba.



UNA EXTRAÑA VISITA

Llegamos a casa y Leo comenzó a ordenar su ropa nuevamente, yo me recosté sobre la tibia cama de su habitación, mientras el acomodaba un par de camisas en el armario feo y viejo que mi mamá le había prestado, mire por la ventana y vi que el cielo había comenzado a obscurecerse, me quede largo rato mirándolo asta que me quede dormida. al instante desperté, la habitación se encontraba sola, no había nadie en ella, la ropa de Leo se encontraba fuera regada por doquier, me levante de la cama y camine sigilosamente hacia hacia las escaleras, pero una marca echa con sangre llamo mi atención, era un circulo con una estrella de cinco picos dentro de el,yo había vista antes esa marca, en un libro que mi abuela me había enseñado, a los cinco años, podía ser extraño o casi imposible que una persona recordase cosas de cuando solo tenia cinco años, pero para una bruja era muy sencillo y común, tanto también para los magos y hechiceros, esa  marca la dejaban los cazadores de brujas (vampiros) después de una ejecución, era una advertencia, para que los demás hechiceros, magos y brujas supieran que ellos estaban cerca y que a cualquiera podía llegarle el momento. Un escalofrió recorrió mi cuerpo instantáneamente, corrí a la habitación de mi madre y la encontré aun lado de la cama con la varita en la mano y la mirada fija, su cuerpo estaba  inerte  y lo único que puede hacer en aquel instante fue llorar y  acercarme  a ella para cerrarle los ojos con la helada palma de mi mano mientras tomaba su varita y besaba su frente sollozando. Camine de nuevo hacia las escaleras y mire a Leo luchando cuerpo a cuerpo con un vampiro que se empeñaba en atacar su garganta, baje las escaleras lo mas rápido posible para poder ayudarlo pero un nuevo cuerpo en la sala llamo mi atención, me acerque para mirarlo y al instante me congele, era yo ahí inmóvil con la mirada fija al igual que mi madre, era yo ahí en el suelo muerta, con la garganta totalmente desgarrada y la varita aun lado de mi mano, mire a Leo peleando mientras otro de los vampiros llegaba y lo tomaba de la espalda para que en un instante ambos vampiros, succionaran sus poderes y bebieran sus sangre, trate de luchar contra ellos pero no podía mis hechizos eran inútiles, yo estaba muerta, no podía ayudarlo ni siquiera podía tocarlos, era una pesadilla, de pronto dejaron el cuerpo de Leo en es suelo y su mirada se topo con la mía.

-¡No!- grite y al instante desperté. Había sido una pesadilla, una horrible pesadilla.

Mi cuerpo estaba bañado en frió sudor, en la recamara no había nadie, pero a diferencia de aquel horrible sueño, la ropa de Leo estaba en su lugar y como de costumbre en el todo estaba en orden e impecable. Me levante lentamente  y saque la varita del buro color caoba de Leo, camine hacia la puerta de la habitación y Leo apareció de repente,  yo tome posición de defensa y  el   se agacho rápidamente para no ser atacado por un hechizo que mentalmente había lanzado con su propia varita.

-¿Que te pasa?-pregunto mientras yo baja la guardia.

-Lo lamento- dije mientras me tocaba la cabeza.-Tuve un mal sueño.

-¿Vampiros?-pregunto intrigado.

-Si-respondi mientras volvia a la cama.

-Te dije que esa relacion te traeria problemas-dijo mientras se sentaba a mi lado.

-Se que no es por eso-susurre mientras recostaba mi cabeza en su perfecto hombro.-Ay algo mas y creo que pronto lo sabremos.

-No me asustes-dijo mirandome fijamente.- Las cosas se complicarian con un vampiro mas aqui.

-Lo se es por eso que no me gusta para nada el sueño tan horrible que tuve- depronto se escuho que alguien abrio la puerta de la entrada y Leo y yo bajamos rapidamente, por fortuna era mi madre quien al vernos asustados comenzo a hacer extrañas preguntas, a las cuales mentimos para no alterarla y que no sospechara de mi relacion con Alex.

Los tres, Leo, mi mamá y yo nos sentamos a cenar mietras ella nos contaba su agortado dia en el hospital, Leo contaba tambien que habia ido a visitar nuestro lugar favorito del bosque, mentia por que de no haber llegado yo el se hubiera ido y entonces no se que la habria dicho yo a mi madre para justificar la ausecia de Leo.

Poco despues me retire a mi habitacion un poco aturdida por la manera en la que habia dejado a Alex, depronto me quede dormida, senti un frio helado recorreer mi mejilla y poco despues abri los ojos.Ahi estaba el, sentado a mi lado mirandome, con aquella mirada tibia y calida, y yo sentia tranmitida esa sensacion, sus ojos gritaban su amor hacia a mi.

-¿Ya estas mejor?-pregunto Alex.

-Si-respondi al intante.-¿Que haces aqui?

-No podia estar en paz-dijo mientras rosada mi mejilla con su helada mano.-Necesitaba ver aun ese brillo en tus ojos, ese brillo que siento mio.

-Nada va a cambiar , yo te amo a ti, Leo es  mi hermano y sin el me siento imcompleta-dije mientras tomaba su mano.

-Para el eres mas que eso-susurro.-Lo se por la forma en que te mira.

-Mis ojos solo te pueden ver a ti, habeses siento que esto no es real y me da miedo que un dia desaparescas.

-Nunca voy a morir lo olvidas.

-Pero, puedes desaparecer de un momento a otro de mi vida si quieres o si nos separan.

-No quiero, y no voy a permitir que nos separen.

-Lamento haberte dejado solo hace un rato.

-No importa ya estas aqui conmigo.

Alex me estrecho entre sus brazos y yo me llene de ese frio calido de su cuerpo, me recoste un poco y el se quedo sentado slo acariciando mi cabeza mientras yo me dormia, pero, no podia evitarlo el estaba ahi y yo no podia hacer otra cosa que disfrutar de ese tiempo juntos. Despues de todo algo me decia que las cosas no estarian bien, talves era por esa razon que queria pasar esa noche en vela alado de mi amor.